sábado, 24 de septiembre de 2011


“La oposición existe, pero nadie la elige”

Entrevista a Martín Sabbatella en la revista Debate. El candidato a gobernador por Nuevo Encuentro analiza la performance de
 su fuerza en las primarias y el escenario de las generales.
El diputado Martín Sabbatella está conforme. Su partido obtuvo un caudal de votos parecido al de 2009 y Cristina Kirchner, su compañera de boleta en la colectora que lo llevó como candidato a gobernador, arrasó en las PASO. Pero el resultado de las primarias también dejó fuertes debates internos, como el que se dio tras la decisión del partido de retirar las candidaturas en Vicente López y Malvinas Argentinas para evitar que, en esos distritos, gane “la derecha más explícita”. En medio de estas semanas agitadas, Sabbatella recibió a Debate en las oficinas porteñas de Nuevo Encuentro para charlar sobre el clima electoral, sus críticas al gobernador Daniel Scioli y la figura de Gabriel Mariotto. 

¿Cómo tomó los resultados del 14 de agosto? 
El primer balance es de profunda alegría, de muchísimo entusiasmo por el resultado, porque implica un apoyo masivo al rumbo que vive la Argentina. Sentía el acompañamiento a Cristina, pero verlo todo junto en las urnas, con ese resultado, da muchísima fuerza. Creo que es un fuerte respaldo con la seguridad de que Cristina expresa el mejor camino para defender lo hecho y seguir recorriendo los temas pendientes. 

¿Qué lectura hace del resultado que obtuvieron las fuerzas de oposición?Quedó claro que esa oposición no tiene propuestas y que perdió la brújula. Hace dos años que viene anunciando crisis que no fueron: fin de ciclo, finales abruptos, apocalipsis... De hecho, no sólo imaginaron este escenario sino que hicieron un esfuerzo para conseguirlo, trabando proyectos como el presupuesto y queriendo convertir el Congreso en un bufet de intereses corporativos. La oposición invitó a la Argentina a retroceder y la amplia mayoría de la población le dijo que no. Después de las elecciones tuvo lugar una reacción del tipo manotazo de ahogado. La primera semana hablaron de fraude; la segunda, de cambiar las reglas del juego con la boleta única. Su preocupación es oponerse a este rumbo, de la misma manera que Graciela Camaño el año pasado clausuró los debates a las trompadas en el Congreso. Es la desesperación evidente de quienes no tienen idea de cómo construir una propuesta. 

El último resultado electoral, ¿es mayor mérito del Gobierno o falla de la oposición? 
Uno de los argumentos del establishment consiste en decir que Cristina logró este resultado porque no tiene oposición, pero la hay y para todos los gustos: Mauricio Macri, Francisco de Narváez, Pino Solanas, Hermes Binner, Lilita Carrió… Por lo tanto, no es que no haya oposición: la hay, pero nadie la elige. Lo que sí existe es una amplia valoración de lo que significó Néstor Kirchner, de lo que significa Cristina y de que la Argentina empezó a cambiar su paradigma, recuperando el rol del Estado y construyendo una sociedad de derechos. Es indiscutible que hay un país que avanza y eso es lo que la sociedad valora. 

¿Cree que en octubre Cristina puede llegar a obtener más votos que en las primarias o asume que sacará un porcentaje parecido?Con “parecido” estamos bárbaro (risas). 

¿Cómo evalúa la performance de su fuerza en la provincia de Buenos Aires? 
La participación de Nuevo Encuentro nos tiene muy entusiasmados, teniendo en cuenta que para las fuerzas emergentes siempre son más complicadas las elecciones ejecutivas. Estamos contentos con el resultado porque obtuvimos una plataforma importante que nos permite encarar una segunda etapa el 23 de octubre con una fuerza política que tiene que seguir creciendo. Su partido obtuvo un porcentaje de votos casi idéntico al de 2009. Puede haber alegría, como usted decía, por el piso mantenido, sobre todo tratándose de una elección ejecutiva, pero existe la sensación de que tampoco creció. Es evidente que el impacto de las políticas nacionales generó beneficios en términos electorales al conjunto de los oficialismos, y que dentro de esta mejora en la calidad de vida que uno palpa todos los días es difícil diferenciar qué tiene que ver con el gobierno nacional, el provincial o el municipal. Hay algo de eso en el resultado. Pero creemos que la fuerza sigue creciendo y que dio un paso importante. En cambio, las propuestas que invitaban al fracaso, como el caso De Narváez, retrocedieron, y opositores con otros perfiles, como Margarita Stolbizer, también fracasaron. De Narváez sacó la mitad de los votos que en 2009 y Stolbizer, un cuarto. Un escenario donde los que invitaban a retroceder no obtuvieron aceptación popular permite votar pensando en los debates que vienen. 

¿Cuánto pesó el “efecto Mariotto” en el resultado obtenido por Daniel Scioli? ¿Cree que pudo haberlo perjudicado, te
niendo en cuenta que el perfil de Ma
riotto tiene puntos de contacto con el suyo? Tengo un gran respeto y una muy buena relación personal con Gabriel, pero creo que el rumbo de un gobierno lo pone la cabeza del Ejecutivo. ¡Y por suerte es así! No me imagino qué hubiese pasado al revés con Julio Cobos como vicepresidente. La realidad es que la cabeza sigue siendo quien determina las políticas. Por eso, más allá de la valoración y las coincidencias que tengo con Gabriel, sé que su lugar no cambia el rumbo ni el perfil del gobierno provincial. Scioli se sabe acomodar a los vientos que soplan: hoy el viento lo hace Cristina y eso nos da tranquilidad a muchos, el tema es cuando le toca soplar a él. Él mismo explica cuáles son nuestras diferencias cuando reivindica el triunfo de José Manuel de la Sota, festeja la victoria de Miguel Del Sel o llama a Carlos Menem para felicitarlo por el fallo de la Justicia. 

¿Cómo justificó el partido la decisión de bajar sus candidaturas en Vicente López y Malvinas Argentinas? 
La verdad es que hubo mucho debate y las decisiones las tomamos en el plenario de la militancia de cada distrito. Estuve allí cuando se planteó que teníamos que hacer el mayor de los esfuerzos para que la derecha explícita no gane en Vicente López ni en Malvinas. Fue cero mezquindad porque nuestra fuerza es muy crítica del gobierno de Enrique García y porque lo que ordenó la decisión fue el deseo de evitar la victoria del macrismo y no un acuerdo con el gobierno municipal. 

En San Martín, su partido quiso bajar las listas que llevan a Graciela Elguer como candidata, pero el Partido Solidario decidió mantenerlas. ¿Esto es así? 
Nuevo Encuentro no tomó una decisión como tal, ya que en San Martín somos un espacio de muchas fuerzas políticas. Hubo distintas opiniones y no se llegó a una síntesis, ni siquiera hacia el interior de nuestro propio partido, por lo que la conclusión fue no retirar la lista. 

¿Siguen firmes las candidaturas en Morón y en Ituzaingó? Y en todo el resto. Los únicos dos lugares donde retiramos las listas son Vicente López y Malvinas. 

Imaginemos por un segundo que Daniel Scioli de pronto aparece en las encuestas en empate técnico con Francisco de Narváez. ¿Consideraría bajar su candidatura a gobernador? Entiendo la pregunta, pero no va a suce der. El 14 de agosto demostró que eso es imposible. Si hubiese habido una paridad, Nuevo Encuentro se habría sentado a debatir qué hacer. Pero hoy todos tenemos la tranquilidad de que esa derecha no va a avanzar y podemos votar pensando en darles fuerza a los debates pendientes. 

¿Cómo se mantiene la autonomía en un contexto tan polarizado? La identidad de Nuevo Encuentro es también la pertenencia a este rumbo y a esta tradición política. Nosotros somos una fuerza política autónoma en términos de organización y estructura, pero no somos independientes del universo de ideas que gobiernan la Argentina. Uno es lo que hace cuando le toca actuar: ése es nuestro rasgo de identidad. 

Retrospectivamente, ¿cree que hubiese sido una mejor idea desembarcar en Capital y crecer allí antes de lanzarse a la gobernación de la provincia, un terreno más complejo y con otro perfil electoral? 
Estamos en todo el país con distintos niveles de desarrollo en función del momento en el que empezamos. En Capital hemos sido parte del frente que impulsó la candidatura de Daniel Filmus y Carlos Tomada mediante una lista que encabezó Gabriela Cerruti con un muy buen resultado. En la provincia seguimos siendo una fuerza nueva que es parte del debate que vive el país, que está construyéndose al calor de este momento. 

¿Es posible crecer con esta estrategia? 
Hay que lograr anclar territorialmente estos procesos de transformación en cada uno de los municipios y creemos que éste es el mejor momento para hacerlo. El contexto nacional y regional ofrece una oportunidad histórica para ponerlos a la altura de estos debates. 

Si le llegasen a ofrecer un cargo concreto dentro de la estructura del Estado, ¿lo aceptaría? 
El partido tiene un fuerte compromiso con este rumbo de la manera que sea, pero de darse no sería una discusión personal. El análisis lo tiene que hacer la fuerza en función del contexto y de si significa la construcción de un espacio donde nuestro partido está invitado o si se trata simplemente de personas. Yo actúo en el marco de lo que decida la fuerza.

La cuestión seguridad 
Usted centra una de sus críticas en la forma en que Daniel Scioli maneja la cuestión de la seguridad. ¿Cómo lo expresaría? 
Creemos que una cosa es lo que expresa Nilda Garré con el Ministerio de Seguridad Nacional, que tiene que ver con la seguridad democrática, con una idea de conducción política y civil de las fuerzas de seguridad, con un abordaje integral de estas políticas, y otra cosa es el gobierno provincial, que retrocedió sobre reformas positivas que había hecho (León) Arslanián, una suerte de contrarreforma que desembocó en una política de seguridad equivocada y riesgosa conceptualmente que, además, es ineficiente. Scioli tiene una perspectiva más conservadora y se sostiene en estructuras viejas. Es un gobierno que tiende a sostener más la cosa como está, que a producir las transformaciones que la provincia necesita. 

¿Qué propone concretamente en términos de seguridad? 
Por un lado, volver al Ministerio de Seguridad con dos grandes áreas: gestión social de la seguridad pública y prevención social del delito, con un abordaje integral en los sectores más vulnerables, entendiendo que no hay sociedades más seguras si no hay sociedades más justas y más inclusivas. Por el otro lado, la conducción civil de las fuerzas de seguridad, para lo cual hace falta enfrentar el autogobierno de estas fuerzas, que es lo que no se hace en la provincia. Necesitamos policía comunitaria a cargo del delito menor en los municipios y una transformación a nivel provincial para poder abordar delitos complejos, como el narcotráfico, los secuestros y la investigación policial. Pero para ello hace falta contar con mejor capacitación, mejores salarios y, sobre todo, enfrentar los nichos de corrupción en las cúpulas policiales.

jueves, 15 de septiembre de 2011


Por más igualdad, para seguir repartiendo la torta


Con el reparto simbólico de porciones de una gran torta, Martín Sabbatella llamará este sábado a profundizar la distribución de la riqueza en la provincia de Buenos Aires.

La actividad tendrá lugar este sábado desde las 12 frente a la estación de Rafael Castillo, en La Matanza, y participarán candidatos y candidatas locales y provinciales, además de militantes, vecinos y vecinas.

“Enfrentar la desigualdad social, la concentración de la riqueza y la exclusión es el principal desafío que tenemos”, señaló Sabbatella y destacó que “desde el Gobierno nacional, se vienen impulsando políticas públicas muy fuertes y efectivas que permitieron, desde el 2003, achicar fuertemente la pobreza y reducir a la mitad la brecha entre los sectores más ricos y quienes más necesitan”

“Si Scioli tuviera el mismo coraje que tiene la presidenta Cristina Kirchner, podría producirse una reducción drástica de la desigualdad en una provincia en la que hoy el 20 por ciento más rico se lleva el 45 por ciento de los ingresos, mientras el 20 por ciento más pobre se queda apenas con el 4,5. Scioli no se anima a revertir esa desigualdad, así como (Francisco) De Narvaez y toda la oposición impulsan propuestas y proyectos para ampliarla”,
 afirmó el candidato a gobernador.

De la actividad participarán también, Laura Clark, candidata a vice gobernadora y demás candidatos y candidatas provinciales y municipales de Nuevo Encuentro. 

“Somos la opción que realmente quiere tomar medidas para distribuir mejor la riqueza en la provincia de Buenos Aires y colocarla en sintonía con lo que viene ocurriendo a nivel nacional”, consideró Sabbatella y agregó: ”Queremos darle fuerza a Buenos Aires para darle más fuerza a Cristina. Por eso invitamos a los vecinos que se sumen a este espacio que tiene la fuerza y el coraje necesarios para hacerlo”.

cristina inauguró el UPA en villa jardin!



domingo, 11 de septiembre de 2011

  1. de campaña para las elecciones 2011, en villa caraza


viernes, 9 de septiembre de 2011

pegatina en la estacion lanus

jueves, 8 de septiembre de 2011


Sabbatella: "Es urgente un replanteo de la política de seguridad provincial"


El dirigente insistió en que prefiere "no hablar sobre el caso Candela por respeto al dolor de la familia". "Pero cada hecho devuelve la imagen de una política que no funciona", señaló.

"Hay que dejar trabajar a la Justicia con seriedad y sin presiones, para que los responsables de la muerte de Candela Rodríguez no queden impunes", se limitó a decir el candidato a gobernador Martín Sabbatella e insistió en que prefiere no hablar sobre el caso "por respeto al dolor de la familia y porque es necesario ser responsables y colaborar desde la mesura con el avance de la investigación"

Consultado acerca de los casos de inseguridad en el territorio bonaerense, Sabbatella señaló que "cada uno de estos hechos trágicos, así como otros que no llegan a hacerse tan conocidos, devuelven una imagen muy lamentable e ineficiente de la gestión de la seguridad en la provincia. El problema es complejo y no hace falta cargar las tintas a partir de un caso puntual; pero lo cierto es que a nadie se le puede ocurrir calificar como eficientes las políticas de Seguridad del gobernador Scioli y del ministro Casal, y no sólo por este caso, sino por lo que viene ocurriendo hace mucho tiempo". "Es urgente hacer un replanteo general de la política de seguridad", aseguró. 

"El autogobierno policial, la perspectiva efectista y demagógica, al mismo tiempo que se le quitaba el rango ministerial a la Seguridad, son ejemplos de una política que estuvo y está lejos de mejorar la situación"
 , afirmó Sabbatella y consideró que: "Entre otras cosas, hay que recuperar el control civil de la fuerza policial. Hay que volver a crear el ministerio de Seguridad. Hay que enfrentar las redes de corrupción y complicidad. Hay que mejorar la situación laboral, la capacitación y los salarios de los muchos policías que quieren trabajar bien. Hay que recuperar la gestión social mediante la participación comunitaria. Hay que crear la policía comunitaria para el delito menor y dejar el delito complejo en manos de la policía provincial. Es decir, hay mucho para hacer y hay que tener coraje para cambiar"

"O se toma la decisión de cambiar estas políticas o se continúa con parches que ya demostraron su ineficacia para resolver el problema" , opinó el candidato de Nuevo Encuentro y recordó que "en materia de Seguridad, existe una propuesta muy amplia y consensuada por diversos sectores sociales y políticos, que es el Acuerdo para una Seguridad Democrática. Es imprescindible y urgente que se escuche a quienes vienen analizando y elaborando propuestas para enfrentar este problema seriamente".

miércoles, 7 de septiembre de 2011


Sabbatella: “El Banco del Sur es otro símbolo del cambio de época”


La iniciativa será discutida y posiblemente aprobada hoy en Diputados. “Por supuesto, desde Nuevo Encuentro acompañaremos la iniciativa”, afirmó el titular del bloque.

“La creación del Banco del Sur es la expresión de una América del Sur que apuesta a su consolidación como bloque regional, que apuesta a un desarrollo integrado y solidario, a un crecimiento equitativo en el que se prioriza la inclusión y la igualdad”, señaló hoy Martín Sabbatella, a propósito del tratamiento en el Congreso de la ley que crea esa entidad regional promovida por los gobiernos de Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Ecuador. La medida ya fue aprobada en la Cámara de Senadores y será discutida y posiblemente aprobada hoy en Diputados. “Por supuesto, desde Nuevo Encuentro acompañaremos la iniciativa”, afirmó el titular del bloque.

“Esta decisión consolida los pasos que se vienen dando en materia de integración con el Mercosur y la Unasur y es un símbolo claro del cambio de época y de paradigma económico en la región
”, consideró el candidato a gobernador bonaerense y recordó que“estamos dejando definitiva y felizmente atrás ese pensamiento que marcó el último cuarto del siglo XX, que se caracterizó por la desregulación estatal y la liberalización de los mercados, por la destrucción de las producciones nacionales, por el control externo de las decisiones económicas y por una fuerte concentración de la riqueza mediante la transferencia de ingresos de los sectores más pobres hacia los más ricos”. 

“Desde principios de este siglo, los gobiernos de nuestros países vienen dando pasos firmes para recuperar la soberanía económica y garantizar un desarrollo que incluya al conjunto de la sociedad. En ese sentido, se inscribe la creación del Banco del Sur, que será una herramienta fundamental para financiar los proyectos que hacen al desarrollo de la región”,
 agregó Sabbatella y concluyó: “Es muy positivo, además, que la mayoría de los bloques parlamentarios hayan manifestado su decisión de acompañar esta iniciativa”.
La sesión de la Cámara de Diputados está prevista para hoy a las 14 y además de la creación de la entidad bancaria regional está previsto, entre otros temas, tratar la extensión del plazo para la prescripción de delitos contra la integridad sexual de menores y darle rango constitucional a la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.

domingo, 4 de septiembre de 2011


Sabbatella: “Scioli se acomoda a los vientos que soplan”


“Scioli se acomoda a los vientos que soplan”, sostuvo el candidato a gobernador de Nuevo Encuentro en una extensa entrevista publicada en Tiempo Argentino.

En medio de la campaña para las próximas elecciones generales, el diputado nacional y ex intendente de Morón sostiene que seguramente no se revertirá el triunfo de Daniel Scioli. “La diferencia es enorme. Por eso, el 23 de octubre, la discusión trasciende la cuestión de quién es el próximo gobernador y pasa más por pensar en el futuro, por pensar en cómo se genera una fuerza que consolide el rumbo iniciado en 2003 y lo profundice”, afirma. 

- Después de dos semanas, y con la ratificación de los cómputos definitivos, ¿qué sensación te dejan las elecciones primarias? 
–Varias, pero la primera es de alegría, porque pudimos comprobar en las urnas algo que palpábamos cuando recorríamos la provincia de Buenos Aires durante la campaña. Se notaba que una inmensa mayoría del país acompaña el rumbo elegido por la Argentina en los últimos años, desde los cambios y las mejoras que cada uno percibe en su vida cotidiana. El proyecto que arrancó en 2003 no es un rejunte de medidas oportunistas o aisladas, como algunos pretendieron etiquetar. Hubo un profundo cambio de paradigma si contrastamos esta realidad con décadas anteriores, y ese paradigma se sostiene en varias patas: recuperar el rol del Estado como garante de derechos, resaltar el valor de lo público, promover la integración regional, desendeudarse, y sobre todo crecer con equidad y con inclusión. ¿Y eso cómo se traduce en la vida cotidiana? Con esas mejoras que la gente siente cada vez que se levanta, como decía antes. Con la Asignación Universal, la extensión de las jubilaciones, la creación de fuentes de trabajo, la ley de matrimonio igualitario como equiparadora de derechos, la Ley de Medios como herramienta democratizadora de la palabra. Hay cientos de ejemplos. El pibe que antes estaba afuera de todo, corrido del sistema, hoy en la escuela y con la netbook está más adentro. Más allá de la utilidad de esa herramienta, simboliza la inclusión, la democratización del conocimiento. El triunfo de Cristina fue categórico y rotundo, y ese triunfo expresa dos cosas. Por un lado, marca el fuerte apoyo a un rumbo. Pero además, es el deseo de profundizar ese rumbo, para seguir avanzando. Es el convencimiento de que si este camino nos permitió llegar hasta acá, es este camino también el que nos permitirá alcanzar lo que falta. 

–Ricardo Alfonsín sigue sosteniendo que los números alcanzados por la alianza que forzó con Francisco de Narváez se debieron a errores cometidos en la comunicación. 
–Lo que pasa es que la oposición perdió la brújula, y está desconcertada desde hace mucho tiempo. Se imaginaron un país distinto. Hace sólo un año y medio hablaban de fin de ciclo, de caída libre, de apocalipsis, de derrumbe. Circulaban por los medios pronosticando grandes crisis. Pero además, no sólo imaginaron ese país, sino que intentaron construirlo. Pronosticaban que iba a suceder algo terrible, y militaban para que eso sucediera. Por suerte el oráculo no se cumplió, y se encontraron con otra realidad. Y ahora, con el resultado puesto, empezaron a hablar de fraude, de cambiar el sistema electoral, de la boleta única, etcétera. Hablan de calidad institucional y de previsibilidad; y quedó demostrado que lo del fraude era una operación mentirosa y quieren cambiar las reglas de juego a mitad de camino, en el medio del proceso electoral. 

–Siempre decís que las estructuras partidarias están en crisis, que no todos los de un mismo partido piensan lo mismo, y que muchos que trabajan en partidos diferentes deberían juntarse alrededor de un proyecto nacional integrador. Da la impresión que la oposición te hizo caso: más allá de orígenes y trayectorias, saltaron barreras propias y se pusieron de acuerdo, pero para estar en contra de alguien.
–Es verdad, porque por sobre sus pertenencias partidarias, el denominador común que tienen es justamente oponerse al gobierno y al rumbo que defendemos millones de argentinos y argentinas. Más allá de sus historias y sus tradiciones, en la oposición prima una mirada conservadora, con un discurso y una práctica que los ubica a la derecha del sistema político. 

–¿Eso explica los cruces y los acuerdos impensados? Duhalde coqueteando con el radicalismo de Mendoza, Alfonsín abrazado con De Narváez a pesar de las críticas de sus mismos correligionarios, Solanas y Margarita Stolbizer en idas y vueltas, Carrió con todos y después con nadie? 
–Por supuesto. Pero no olvidemos que esto no empezó ahora. El pico máximo de esas coincidencias rarísimas ocurrió cuando los grupos concentrados del campo armaron aquel clima destituyente, como lo llamó Carta Abierta. En medio de la discusión por las retenciones, uno podía ver en la Plaza de los Españoles a partidos y referentes que se dicen progresistas y de izquierda brindando con champán, con la Sociedad Rural. Estamos hablando de grupos que en el Congreso también actuaron juntos como expresión de esos intereses económicos. Quisieron convertir al Parlamento en un bufete de abogados en defensa de los intereses corporativos y concentrados. Este debate se dio al calor de la recuperación del debate de ideas. La política volvió a estar en el centro de la escena, interpelando al poder, corriendo la barrera de lo que siempre nos vendieron como “posible”. Y todo esto permitió saber quién es quién y qué intereses defiende. 

–¿Qué reflexión merecen denuncias como la del duhaldista Eduardo Amadeo, sobre un supuesto mal recuento de votos en seis mesas de un total de 80 mil?
–Creo sinceramente que deben estar encerrados discutiendo como locos qué hacer, dando manotazos de ahogado, en medio del desconcierto general. Y una de las cosas que se les ocurrió fue inventar lo del fraude. Estos muchachos no aceptan la realidad, es tan simple como eso. A nosotros no nos gustó que ganara Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, pero nunca se nos ocurrió cuestionar el resultado y ponerlo en duda. Fue lo que la gente eligió, y se acepta. 

–Otra de las estrategias parece ser agitar el fantasma de la mayoría absoluta. El senador radical Ernesto Sanz dijo que si en octubre se mantiene esta diferencia de votos a favor del gobierno, el país entraría en riesgo institucional. Es como decir: “Está bien, ganen, pero no ganen por tanto.” 
–Si una fuerza política saca más del 50% es porque la mayoría de la población considera esa propuesta como lo mejor para la Argentina, y punto. ¿Cuál es el riesgo institucional? Todo lo contrario, brinda mayor estabilidad, previsibilidad y fortaleza para cristalizar un determinado proyecto.

–Lo extraño es escucharlo en boca del presidente de un partido que en 1983 ganó con un 52% de los votos y llevó a la presidencia al padre del candidato actual. 
–Por supuesto, y eso te demuestra que los discursos y las justificaciones son según la conveniencia y la coyuntura. Además, hay que decir que en los últimos dos años esta oposición tiene mayoría en el Congreso, y así nos va. Se juntaron, armaron el Grupo A, dividieron las comisiones entre ellos, pusieron palos en la rueda... Plantear ahora el tema del equilibrio parlamentario es ridículo. Su planteo es “si la mayoría la tienen ellos es autoritarismo, si la tenemos nosotros es democracia”. 

–¿Qué decís del desempeño de Nuevo Encuentro, y cómo se inserta en el mapa político que viene? 
–Estamos muy contentos con la elección en la provincia. Sacamos un poco más de votos que en 2009, 440 mil, y eso es auspicioso de cara al futuro, porque siempre las elecciones que buscan cargos ejecutivos son más complicadas para las fuerzas emergentes. Esto nos permite establecer un piso, una plataforma de cara a octubre, y consolidar la construcción de una fuerza política que realmente colabore con la línea que se da en el país al calor de los debates inaugurados desde el año 2003. Porque el proceso de transformación argentino es extraordinario, pero necesita un anclaje territorial y social más profundo en la provincia. Buenos Aires no está en sintonía con esa construcción política, y aunque no nos creemos autosuficientes, estamos seguros que Nuevo Encuentro puede aportar mucho. 

–¿Se pueden revertir los resultados provinciales? 
–Nosotros vamos a trabajar muy fuerte para llegar al millón de votos. El 23 de octubre, no se define únicamente quién será el gobernador. Lo que se juega en la provincia en esta elección es el futuro. Trabajamos para fortalecer a esta fuerza, para consolidar el rumbo iniciado en 2003 y para colaborar con su profundización. Como lo dijimos muchas veces, creemos que Scioli no expresa el mismo rumbo y mucho menos su profundización. Se acomoda a los vientos que soplan, y mientras sople Cristina está todo bien. El problema es si le toca soplar a él. El 23 de octubre hay que votar pensando en el futuro, en los debates que vienen, en darle más fuerza a lo que la provincia necesita para estar en sintonía con el profundo cambio que vive el país. Hay que votar pensando en lo que tiene que pasar mañana, en lo que está pendiente y en la fuerza que se necesita para lograrlo. 

–Al referirse a “lo que falta” Nuevo Encuentro siempre se refirió a muchos dirigentes que tampoco van en la misma sintonía con el proyecto. ¿Creés que un segundo mandato de Cristina logrará terminar de elegir a los mejores intérpretes para esas políticas?
–Los procesos políticos son complejos, imperfectos, no son inmaculados. Es verdad que muchas construcciones políticas provinciales y municipales están atrás de lo que expresa la agenda pública nacional, y lo que siempre transmitieron Cristina y Néstor. Veo a Cristina decidida a avanzar, a terminar de construir una matriz productiva y distributiva más justa. Una muestra fue la primera conferencia de prensa que dio después de haber ganado, motorizando la ley que regula la extranjerización de tierras. Y creemos que para avanzar hay que poner en sintonía la construcción política, y como vos decís, los intérpretes, con el proceso de profunda transformación que vive la Argentina. Somos muchos los que pensamos así, aun pudiendo estar hoy en diferentes búsquedas electorales. Nuevo Encuentro es una fuerza política comprometida con esa búsqueda. 

–Una parte de la prensa af irmó que las legislativas de 2009 vaticinaban la desaparición total de lo que motorizó el kirchnerismo y las corrientes que se sumaron a eso, como Nuevo Encuentro. ¿Qué pasó en sólo dos años como para que la realidad mostrara otra cosa? 
–La primera reflexión es que seguramente el país no estaba como algunos medios trataron de instalar. Estamos hablando de grupos hegemónicos que en realidad expresan intereses económicos corporativos concretos, apuntados a construir una determinada “realidad”. Siempre recuerdo una imagen que me pareció muy fuerte, cuando un pequeño productor agropecuario apareció alentándola a Cristina en el sepelio de Néstor, desnudando la miseria que significó la operación por las retenciones. Algunos habían llegado a decir que el país necesitaría importar carne. Nuestro pueblo sabe de dónde venimos, existe un balance ampliamente positivo sobre Néstor y su aporte al país, una muy buena evaluación sobre cómo cambió la vida de cada uno y cómo cambió la Argentina. Vos podés escuchar o leer cualquier cosa, pero la realidad termina pasándote por encima. Si a eso le sumamos la tremenda fuerza personal de Cristina, una mujer con un coraje extraordinario que no sólo no se cayó sino que además se multiplicó, llegamos a lo que pasó en estos días. 

–Ese balance positivo de la sociedad sirve para discutir ahora hasta dónde realmente los medios de comunicación influyen en una decisión. Porque previamente a las primarias, el clima que se trató de instalar fue que el gobierno hacía agua por donde se lo mirara.
–El resultado electoral golpeó en todos lados. A algunos nos generó alegría, y a otros todo lo contrario. La Ley de Medios me parece importante por un tema: democratiza la palabra, garantiza la presencia de todas las voces, las que te gustan y las que no. La mirada de un grupo monopólico que quiere establecer su verdad como la única verdad lesiona a la democracia. Por eso lo importante es la pluralidad, el debate. El tema es que algunos medios quieren disfrazar su mirada de objetividad, de verdad absoluta. Dicen: “Esta es la foto del país.” Sus estrategias, sus tapas, sus notas, su edición de imágenes, parecen elaboradas en el marco de un comité de campaña. Hay muchas cosas que la Argentina recordará como hechos fundantes de esta época, y creo que lo ocurrido con la Ley de Medios es uno de esos hechos. 

–También se trató de imponer otra idea: la Argentina crece en algunos aspectos, no por mérito propio, sino por un contexto latinoamericano favorable. Como cuando al peronismo se le decía que su política industrial y de exportación no respondía a una estrategia, sino a la “suerte” de haberle tocado una Europa devastada por la Segunda Guerra Mundial. 
–Claro. Todo lo bueno que hacés, lo poco que te reconocen como bueno (se ríe), no es por vos, sino porque los otros te lo sirven en bandeja. El famoso viento de cola. Subestiman el proyecto, y subestiman a la gente, que se da cuenta de lo que pasa, y quiere seguir viviendo mejor. Hace pocos días, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz puso a la Argentina como ejemplo, en contraste con la crisis que se vive en varios países de los supuestamente desarrollados del mundo. El tema no es el viento de cola sino las decisiones políticas y económicas que tomó la Argentina para aprovechar un contexto favorable, desoyendo las habituales recetas del establishment.

Mentiras, falsedades y versos 
“Es mentira y absolutamente falso que no hay oposición. La Argentina cuenta con un arco opositor muy fuerte, pero las corporaciones mediáticas engañan para desmerecer el triunfo de Cristina y de un proyecto nacional que se puso en marcha desde hace casi una década. A regañadientes, esas corporaciones se ven obligadas a escribir, decir y mostrar que el oficialismo pasó el 50%, pero dejan entrever que lo hizo porque del otro lado no hay nadie. Hay mucho enfrente. Dirigentes importantes, como Alfonsín, Duhalde, Macri, De Narváez, Barrionuevo, Binner, Solanas, Carrió. Variado y para todos los gustos; sumados a los grandes grupos económicos empecinados en marcar la agenda de lo que ellos consideran, más los medios corporativos. Todo eso es la oposición, y a todo eso se le ganó en las primarias. Terminemos con el verso de que no hay oposición, los opositores existen, lo que pasa es que nadie los elige. Es simple: proponen algo que la sociedad no acepta.”